El mundo del ecommerce sigue siempre actualizado en cuanto a tendencias se refiere, puesto que su objetivo siempre será ofrecerle al cliente una experiencia tanto de navegación como compra memorable.
Y eso es básicamente lo que el “Headless” e-commerce promete: Poder vender en cualquier lugar sin restricciones de diseño gracias al trabajo y despliegue de los desarrolladores.
Pero vamos por puntos: primero, ¿qué es el Headless e-commerce?
Primero debemos conocer dos conceptos -lo definiremos de la manera más sencilla posible-
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Front-end: quienes desarrollan la “fachada” de una tienda online. Aquí entra el diseño, colores, disposición, canales a redes sociales y la optimización para diferentes dispositivos.
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Back-end: quienes ejecutan “detrás del telón” todo lo anterior, es decir, los programadores. Aquí encontramos sistemas, procesos y herramientas que se ejecutan en segundo plano para gestionar las operaciones y asegurarse de que tu negocio funciona sin problemas.
Entonces, el “headless e-commerce” es una configuración del ecommerce en la que el front-end de tu tienda está separado del back-end. En este término, "head" se refiere al front-end, por lo tanto, “headless e-commerce” se traduciría como “una tienda online en donde el front-end y el back-end son completamente independientes”.
¿Cómo es esto posible si front-end y back-end han trabajado -y se necesitan- mutuamente?
Pues a través de una API, -la interfaz de programación de aplicaciones-. Una API es una conexión entre el front-end y el back-end, que transmite información entre los dos en tiempo real.
El contenido destinado al cliente se gestiona en una plataforma de back-end, como un CMS. Gracias a las tiendas online headless, podrás aprovechar varios sistemas de back-end en función de tus necesidades y a través de esos sistemas, crean puntos de contacto con tu clientela.
Como el cliente no puede ver nada de backend mientras navega en la tienda online, solo se llevará el beneficio y la experiencia de una compra completa como con múltiples medios de pago o productos de envío internacional.
Algunos beneficios que aporta el Headless e-commerce tienen que ver con un tiempo de comercialización y crecimiento más rápido, así como mayor personalización puesto que el sistema headless te permite realizar pruebas instantáneas de lo que estás creando, para que puedas optimizar la experiencia del cliente y tu tasa de conversión.
Ojo con los costos
Si tienes pensado cambiarte a este sistema, no está de más recordar que un proyecto de estas características está alrededor de unos $50.000 y $500.000 USD, además de los costos de mantenimiento anuales, dependiendo de la funcionalidad, las herramientas de apoyo y el nivel de personalización. Pero en realidad, todo dependerá de la complejidad de tu proyecto
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